martes, 13 de octubre de 2015

QUE etapa ESTAS enfrentando

PRIMAVERA:

Es donde la vegetación florece y la luminosidad diurna es mayor. La primavera es una estación llena de vida, de luz y color. En primavera aparecen las crías de los animales, mariposas e insectos salen de sus encierros y reposo. Es donde te disfrutas por completo tu existir, los problemas y situaciones difíciles que podemos enfrentar están en una pausa, donde sonreímos con libertad y vemos que todo a nuestro alrededor esta procediendo tal y como lo hemos planificado. Es en esos momentos donde nos gozamos cada día que abrimos los ojos, y todo nos parece perfecto. Es donde nada nos afecta y nos sentimos envueltos en una concha de prosperidad. Donde hablamos de cosas positivas, donde nuestra fe se encuentra en el tope de nuestro existir. Donde todo nos provoca una sonrisa, donde las alabanzas a nuestro Dios están a flor de piel, donde tenemos una libertad para adorar que estremece los cimientos. Pero como dice una vieja historia que luego les contare,... esto también pasará.

VERANO:

Cuando llega el verano nuestras energías se activan y nos sentimos más alegres y activos. El sol resplandece, el aire es caliente y seco. Es ese momento en que sientes que el calor llega a tu vida, pero aun así te gozas cada momento y todavía sientes que posees energía para seguir,... todavía hay una sonrisa, quedan fuerzas y entusiasmo. Ahora te estas dando cuenta que una nueva etapa se acerca. Cuando aparece el calor en nuestras vidas comienza a influir en manera de desesperación, es cuando comenzamos a sentir caliente en nuestro interior y sentimos esa necesidad de buscar agua para crear niveles estables en nuestro cuerpo. Es donde nos damos cuenta que una situación esta alterando nuestro interior y que nos está comenzando a robar la tranquilidad que había en nuestra primavera y comenzamos a tener necesidad de Dios,... Sí de Dios,... como fuente de agua viva e inagotable, y comenzamos a orar y a buscar su presencia para suplir esa necesidad.  Es sentirse sofocado en medio del calor y la sequedad y que llegue a tus manos un vaso de agua y que refresque tu interior, Así es el Espíritu Santo, entra como fuente de agua a tu vida, calma la sed, refresca tu alma, te produce calma durante la fase que estás enfrentando.

OTOÑO:

Las hojas de los árboles amarillean cogiendo tonos marrones hasta que se secan y caen cubriendo
los campos de mantos de hojarasca.  Es aquí donde se presenta la emigración de las aves. En sentido figurado el otoño representa la vejez. De los verdes intensos del verano se pasa al amarillo, naranja, ocre, marrón...  En otoño comenzamos a preparar la ropa abrigada para un invierno que se acerca. Es donde nos sentimos que hay muchas hojas secas en nuestra vida, donde vemos que la angustia, el dolor, los problemas sin resolver se están apoderando de nuestro ser, de nuestras familia o de nuestra vida espiritual. Pero no todo tiene que ser amarillo, marrón,... también puede ser ese momento en que debemos darnos cuenta de que hay muchas cosas que tenemos que dejar caer de nuestras vidas para levantar otras, que hay que pasar el proceso de abandono, de autorizar a lo seco, a lo estrujado, a lo deshidratado, a lo débil, de nuestra vida a que nos abandone, que se marche para dar paso a la etapa de bendición y gloria que se aproxima. Porque la realidad es,... que mientras sigamos con hojas secas y amarillentas encima nuestro, nunca llegarán a nosotros las hojas verdes de dicha.

INVIERNO:


Es la estación del frío y la nieve. Los días son más cortos y las noches más largas.  Es una estación relacionada con el abrigo y el recogimiento. Son los momentos es que estamos en receso, como dormidos, es el tiempo de hibernación, donde disminuye toda actividad y nos introducimos en una cueva a esperar que el proceso pase, es donde nos embarga un frío en nuestro interior mezclado con miedo.

Pero existe un proceso antes que llegue el invierno, durante el verano y comienzos del otoño, los animales que van a hibernar empiezan a comer mucho más que antes. Engordan y acumulan reservas en forma de grasas. Por ejemplo, el lirón duplica su peso antes de empezar la hibernación.
Además, los animales preparan cuidadosamente el refugio donde van a pasar esos meses: la marmota excava una madriguera en el suelo y la recubre con hierbas;  pero nosotros, para el momento de invierno de nuestra vida, estamos preparados, hemos acumulado ayuno, oración y palabra. Esto es cuidando para que en medio de la etapa tengamos acumulado el calor de Dios en nuestras vidas o sencillamente estamos al descubierto. Dios es nuestro refugio, es nuestro abrigo, tenemos en quien descansar en los momentos difíciles, tenemos quien nos libre de las aflicciones, tenemos quien reconforte nuestros huesos, tenemos quien nos lleve a un lugar donde no nos falte nada.

 
Tranquilo(a)s ya pasó el invierno y llega otra vez la primavera, prepárate para sonreír de nuevo. Recuerda,... ahora todo será por un momento.

Pero tendremos una etapa eterna, en Cristo Jesús Señor nuestro. AMEN!!
 
SOLAMENTE HAY QUE CREER,... (Marcos 9:23) AL QUE CREE TODO LE ES POSIBLE.
 
¡QUE DIOS LES BENDIGA!

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